Nuevamente en su conferencia matutina, tras padecer Covid por tercera ocasión, el presidente Andrés Manuel López Obrador desestimó la ola de violencia en Tamaulipas.
Y acusó de una persecución contra el gobernador morenista de ese estado, Américo Villarreal.
Desde el domingo, Tamaulipas ha registrado una serie de hechos violentos y bloqueos carreteros en Matamoros y Reynosa.
Lejos de anunciar alguna acción en la zona o condenar los hechos, el presidente dijo que se trataba de una persecución contra el gobernador y desestimó que la situación que viven cientos de habitantes fuera de gravedad.
”¿Qué es lo que estoy percibiendo? Hay una lanzada política en contra del gobernador Américo Villareal. No estoy diciendo que no haya problemas de inseguridad en Tamaulipas, pero les puedo decir que estaba más complicado lo que sucedía en la Tierra Caliente de Guerrero”, señaló.
“Llevan unos 15 días que están manejando mucho que hay inestabilidad en el estado, que ya regresó la violencia, que antes, cuando estaba el gobernador Cabeza de Vaca, prevalecía la paz”, añadió.
El general Luis Cresencio Sandoval titular de la Secretaría de la Defensa (Sedena) dijo que hasta hoy en la mañana ya no habían bloqueos carreteros.
La violencia en el Estado llegó a tal magnitud que se suspendieron actividades del Día del Niño y se difundió que la mañana de este martes, un autobús escolar había sido tomado para bloquear una vía de Matamoros, sin que estos hechos fueran confirmados.